miércoles, 2 de marzo de 2011

AMÉRICA: LATINOAMERICANA Y ANGLOAMERICANA


La historia en el continente americano tiene que ser divida en dos, debido a dos tipos de culturas europeas que se impusieron en él  durante el siglo XVI: por una parte aquellas culturas de origen anglosajón (especialmente Gran Bretaña) con sus características propias que conformaron los bloques que hoy conocemos como los Estados Unidos de América, el Canadá y algunos territorios y por otra parte la cultura latina que colonizó todo el sur de Norteamérica (México), Mesoamérica, las Antillas Mayores y toda la plataforma continental de Suramerica, (especialmente por parte de España y Portugal).

UNA HISTORIA LATINOAMERICANA Y OTRA ANGLOAMERICANA

Descripción de los ejes centrales de nuestro recorrido por la historia de un territorio extenso, pero que comparte una identidad cultural e histórica similar

1.-AMÉRICA ABORIGEN: El primer eje lo constituye la formación geológica del continente mismo y su poblamiento, materia de constante discusión y estudio, llena de hipótesis y misterios.

2.-EL ENCUENTRO DE LOS MUNDOS: El segundo eje está determinado por el Descubrimiento de América. Aunque el término es cuestionado por muchos, por lo pronto es la clave de nuestra investigación y para ello le agregamos el concepto "o encuentro de tres continentes". El primer nombre es sin duda una perspectiva europea y no americana, el segundo puede ser mucho más universal. ¿Por qué tres continentes? Ciertamente se tiende a ignorar un poco la participación de África dentro de la génesis histórica de las Américas, dado quizá porque África llegó a América en calidad de esclavo, pero la importancia del continente negro en el Nuevo Mundo no es menos importante que la de Europa y su aporte es determinante en el ethos latinoamericano. Este segundo eje comprende pues el encuentro de los tres mundos, las conquistas europeas en el continente y el establecimiento de las colonias. En aras de la distinción, llamaremos a esas colonias como "colonias latinas" para distinguirlas de las "colonias anglosajonas" y esta distinción nos ayudará a entender también la génesis del pueblo latinoamericano, pues la administración colonial de Gran Bretaña y aquella de España, Portugal e incluso Francia, fueron completamente diferentes.

3.-ÉPOCA REPUBLICANA: El tercer eje de estudio parte de la formación de las repúblicas a partir de esas colonias latinas hasta el presente. Llamaremos a este eje la "época republicana" porque está determinado por la vida de las jóvenes repúblicas, sus dramas y conquistas durante lo largo de los siglos XIX y XX.


AMÉRICA LATINA O LATINOAMÉRICA

El término América Latina o Latinoamérica (en francés: Amérique Latine) tiene varios usos y connotaciones divergentes:

1.-El término «América Latina» se emplea en la denominación de los países americanos de habla española y portuguesa en oposición a los países de origen y cultura anglosajones. Esta connotación es sinónimo de Iberoamérica, es impulsada por España, y se usa en los países latinoamericanos en los casos en que se refieren a su relación con la península Ibérica.
2.-En la jerga internacional geopolítica es común usar el término compuesto América Latina y el Caribe para designar todos los territorios del Hemisferio Occidental que se extienden al sur de los Estados Unidos, incluyendo los países de habla no latina.

3.-Según la definición oficial de la Real Academia Española, «América Latina» es el conjunto de países del continente americano en que se hablan lenguas romances, específicamente español, portugués y francés. De acuerdo con esta definición, «América Latina» incluye a Hispanoamérica (países de habla española), Brasil (de habla portuguesa) y Haití (donde el francés es lengua oficial aunque el criollo haitiano es el idioma comúnmente utilizado). Otros territorios americanos (no países) donde también se hablan lenguas romances, que harían parte de América Latina desde el punto de vista lingüístico, son las provincias canadienses de Quebec, Nueva Escocia y Nuevo Brunswick; las colectividades de ultramar francesas de San Pedro y Miquelón, San Martín y San Bartolomé; los departamentos de ultramar franceses de Guayana Francesa, Martinica y Guadalupe; y los estados estadounidenses de Luisiana (donde el cajún es hablado por el 5% de la población), y Nuevo México, Florida, Texas, Arizona y California (donde el español es ampliamente hablado).

Aunque el abuso del término América Latina ha redundado en la aplicación de la palabra latino en asociación con él, recogiéndose así en diversos diccionarios, suele considerarse correcto utilizarla para referirse al pueblo latino, originario del Lacio (península Itálica). Sin embargo, la designación no se aplica en ningún caso a los países de lengua no latina de América del Sur (como Surinam y Guyana), el Caribe (decenas de islas de habla inglesa y neerlandesa), o América Central (como Belice, que tiene al inglés como idioma oficial, pero el español es la lengua mayormente hablada).

Los países que integran a Latinoamérica comparten algunas similitudes culturales por haber sido territorios coloniales de España, Portugal y Francia. Entre ellos se observan también grandes variaciones lingüísticas, étnicas, sociales, políticas, económicas y climáticas, por lo que no se puede hablar de un bloque uniforme. El término fue utilizado por primera vez en París en 1856 en una conferencia del filósofo chileno Francisco Bilbao  y, el mismo año, por el escritor colombiano José María Torres Caicedo en su poema Las dos Américas.

El término América Latina fue apoyado por el Imperio Francés de Napoleón III durante su Invasión francesa de México como forma de incluir a Francia entre los países con influencia en América, para así poder excluir a los anglosajones y separar a Hispanoamérica de España emocionalmente. Desde su aparición, el término ha ido evolucionando para comprender un conjunto de características culturales, étnicas, políticas, sociales y económicas.

Sin embargo, es totalmente incorrecto el uso del adjetivo "latino" para referirse al hispanoamericano, ya que la denominación "latino" corresponde inherentemente a la zona de Italia designada por tal nombre en la época de la Antigua Roma (Latium). Posteriormente, y por interés francés, este significado fue extendido a cualquier parlante de una lengua derivada del latín, cuando normalmente esta referencia es a lenguas romances (derivadas del latín romano), tales como el italiano, francés, español, portugués, gallego, asturiano, catalán, etc. Éstas serían lenguas romances (o latinas, con la nueva designación francesa).

Los términos "Latinoamérica" y "América Latina", a pesar de ser comúnmente aceptados por la población de los países a los que se refiere, tienen sus detractores, en especial entre los grupos hispanistas, indigenistas y antirracistas. Los primeros por dar prioridad a la influencia española y los dos últimos por considerar que se trata de un término eurocentrista impuesto por los colonizadores, ya que jamás podrían considerarse de origen latino, ni los indígenas, ni los afroamericanos, decisivos cuantitativa y cualitativamente en la composición de la población.  Incluso en muchos casos los indígenas no hablan idiomas europeos. Como concesión ante estas críticas, en la actualidad se utilizan otras palabras como "Hemisferio", "Hemisferio Occidental" o "las Américas", en plural. Sin embargo, también hay quien piensa que estos términos han sido inventados por los estadounidenses para apropiarse del nombre de "América" con fines hegemónicos y que, dado que el continente es uno sólo, no se debe usar la palabra en plural. También se cuestiona el uso del término "hemisferio", pues puede referirse a cualquier parte del mundo y también porque, como sucede con "hemisferio occidental", implica una disolución de la propia identidad americana. Adicionalmente, las naciones y pueblos no latinos del Caribe consideran que el término "América Latina" no los abarca, porque no hablan una lengua romance.

El uso mismo del nombre "América" ha sido históricamente controvertido; Simón Bolívar quiso llamar a toda la región "Colombia", en honor a Cristóbal Colón. Según el parecer del Libertador, Colón tenía más mérito que Américo Vespucio para dar nombre al continente (término que se hizo popular en Europa por las cartas geográficas de Mercator, primeros planos de América que salían de España hacia el resto de Europa). Antiguamente, se utilizaba el término "Indias Occidentales" para nombrar al continente. El subcontinente sur también era llamado "América Meridional" o "América del Mediodía". En cuanto al subcontinente norte, la Nueva España era también conocida como la América Septentrional, México se declaró independiente con ese nombre durante el Congreso de Anáhuac en 1813.

El término latinoamericano también es criticado en cuanto a que, según muchos estudiosos, parece integrar de manera forzada a las colonias francesas que en poco se parecen histórica y culturalmente al resto de las regiones latinoamericanas, debido a la política de Napoleón III durante la intervención francesa en México, que según él justificaba el establecimiento de un "Imperio Latinoamericano" bajo la influencia francesa. El escritor mexicano Carlos Fuentes, por su parte, acuñó la variante "Indo-Afro-Ibero América" en su libro Valiente Mundo Nuevo. Sin embargo, contemporáneamente apuntar a la península Ibérica (España y Portugal) como único integrador de la población de estos países americanos excluye a la gran población de inmigrantes originarios de otros países de Europa y el mundo, como por ejemplo Italia, Alemania, Armenia, China, India, Líbano, etc..


Panorámica del mural "Presencia de América Latina", ubicado en la Casa del Arte, Universidad de Concepción, Chile; obra hecha en 300 metros cuadrados Fotografía tomada el 27 de noviembre de 2008; Mural pintado entre 1964 y 1965. Fotografía tomada por Farisori; Autor del mural: Jorge González Camarena, mexicano; Propiedad de la Universidad de Concepción, Chile.

Es importante recordar que una vez obtenida la independencia de España y Portugal y durante el siglo XIX nuevos grupos de inmigrantes pasaron a conformar la población de muchos de estos países y se mezclaron con los diferentes grupos existentes en las diferentes regiones de América. Además, hoy existe un gran número de inmigrantes en la población tanto de Canadá como de los Estados Unidos procedentes de otros países de América.
Va cobrando fuerza en ámbitos internacionales una nueva postura teórica sobre el concepto América Latina que se vincula más a aspectos antropológicos y sociológicos que al lingüístico, y parte del concepto horizonte cultural.   Se entiende por este último al espacio geográfico y temporal en el que prevalecen pautas culturales comunes, las cuales pueden incluir la utilización de una lengua determinada. En este sentido, los partidarios de esta postura entienden que países del Caribe, Centro y Sudamérica como Jamaica, Surinam, Barbados o Belice son parte de América Latina, ya que las pautas culturales de la población de los mismos poseen similitudes con otros países latinoamericanos, diferenciándose de las prácticas de las naciones de América Anglosajona, a la que ven como otro horizonte cultural.

Asimismo, la región francófona de Canadá (pese a que el francés es una lengua latina) la incluirían en la América Anglosajona, por los mismos motivos anteriormente expuestos. Entre los partidarios de esta postura encontramos a reconocidos estudiosos, como Miguel Rojas Mix, Ricardo Méndez, Pedro Cunill Grau, John Cole, Rodolfo Bertoncello, Diego M. Ríos y Andrea Salleras. El empleo del término americano para referirse de manera exclusiva a los habitantes de los Estados Unidos se ha realizado de manera abusiva debido a que muchos estadounidenses utilizan a menudo el nombre abreviado América (en inglés, America) para referirse a su país. Sin embargo, son americanos todos los que habitan el continente. Para evitar la ambigüedad se utiliza el término panamericano para referirse a algo relativo a todos los países de américa.


LATINOAMÉRICA, LA PATRIA GRANDE

El término «Latinoamérica» tiene un sentido de supra-nacionalidad respecto de los estados-nación. Dicho sentido supra-nacional confluye en diferentes iniciativas comunes que tienden a la formación de organismos políticos que lo articulen, como la Comunidad Sudamericana de Naciones actualmente constituida en UNASUR/UNASUL y en pleno proceso de aprobación a nivel de tratado por los congresos respectivos. La Unidad Latinoamericana es un concepto político-cultural extendido por América Latina anterior a los tiempos de la independencia, y que debe ser distinguido claramente del panamericanismo. Partidos políticos, sectores sociales, intelectuales y artistas de las más diversas extracciones han expresado reiteradamente su adhesión a las más diversas formas de unidad latinoamericana, desde organizaciones supranacionales como la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) hasta instancias de coordinación política como la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPAL), culturales como la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) o sectoriales que adoptan la forma de uniones latinoamericanas. Las similitudes históricas y culturales de los pueblos latinoamericanos han llevado a crear la idea de América Latina como una patria grande común. El plan de regularización de inmigrantes procedentes de países fronterizos iniciado por Argentina en 2006 lleva el nombre, precisamente, de Patria Grande.

Derivado de la idea genérica de unidad latinoamericana se han desarrollado proyectos e instancias políticas de integración de las naciones latinoamericanas. Estos proyectos han tomado cuerpo principalmente en la ALADI, pero también en diversos proyectos de integración física, logística y cultural y se han expresado en un cuerpo teórico particular acerca del proceso de integración. En el marco de la integración latinoamericana se han desarrollado también experiencias más o menos exitosas de integración subregional, como el Mercosur, la Comunidad Andina, o el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que ha llevado a la teoría de la integración latinoamericana a sostener distintos modelos de interrelación entre los procesos de integración subregional, latinoamericano y continental. En Norteamérica, México es el único miembro latinoamericano del TLCAN y es observador en las 3 principales agrupaciones latinoamericanas de Centro y Sudamérica. En los últimos años, sobre todo en la última década, los gobernantes de los países latinoamericanos han dado pasos firmes y se han pronunciado a favor de una aceleración en la integración regional.

AMERINDIOS


Los amerindios son la población primigenia de América. Poblaciones provenientes de Asia entraron a través del estrecho de Bering durante la última glaciación, hace unos 25.000 años, y colonizaron los dos subcontinentes. Aunque no quedan casi poblaciones sin algún grado de mestizaje, los países donde el porcentaje de amerindios es mayor son Guatemala y Bolivia, mientras que en Ecuador y Perú se presentan hoy en día importantes minorías en torno al 30%. También existen significativas comunidades indígenas en México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Panamá, Colombia, Venezuela, Argentina, Brasil, Paraguay y Chile.

Mestizo o mestiza es un término que proviene del latín mixticius' (mezcla o mixto). La RAE lo define como el que nace de padre y madre de razas diferentes, en especial de hombre blanco e indígena, o de hombre indígena y mujer blanca. Sin embargo en los últimos años el término raza ha caído en desuso en ámbitos académicos, siendo sustituido por el concepto de etnia. En el término mestizo hay cierta imprecisión, ya que en castellano se ha aplicado en especial para los individuos resultados del mestizaje entre españoles y amerindios. Se olvida con este uso que una considerable parte del mestizaje en la América hispánica se hizo entre blancos con negros, negros con amerindios ó el mestizaje secundario de mestizos con amerindios y negros. Los indomestizos, adquirían tal denominación por exhibir un fenotipo, que indicaba que eran la mezcla de un mestizo y una india, en el caso del zambo, de un negro y un amerindio, así como un blanco con negro en el caso del mulato o pardo, y de un mestizo al resultado de un blanco con amerindio, y de este resultado con otro amerindio, resulta un indomestizo.

Los países con predominio de población mestiza son: Colombia, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Venezuela. También existen cifras significativas de población mestiza en países como Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Perú, Guatemala, República Dominicana, y la provincia canadiense de Quebec.


DISTRIBUCIÓN ÉTNICA

 

A continuación, un cuadro realizado de acuerdo a las estimaciones de distribución étnica llevadas a cabo por el académico mexicano Francisco Lizcano Fernández en 2005. Dichas cifras no se encuentran exentas de controversia, pues no coinciden necesariamente con la información oficial de los distintos países.

Composición Étnica de América Latina 2005
País
Población1
% Amerindios
% Criollos
% Mestizos
% Mulatos
% Negros
% Zambos2
% Asiáticos
 Ecuador
12,646.000
39.0%
9.9%
41.0%
5.0%
5.0%
0.0%
0.1%
 Guatemala
11,385.000
53.0%
4.0%
42.0%
0.0%
0.0%
0.2%
0.8%
 Perú
28,662.000
45.0%
15.0%
37.0%
2.2%
0.0%
0.0%
0.8%
8,329.000
55.0%
15.0%
28.0%
2.0%
0.0%
0.0%
0.0%
Países Indomestizos
58,022.000
46.9%
10.4%
35.4%
5.7%
1.1%
0.0%
0.5%
 Panamá
2,856.000
8.0%
10.0%
32.0%
27.0%
5.0%
14.0%
4.0%
 Venezuela
24,170.000
2.7%
16.9%
37.7%
37.7%
2.8%
0.0%
2.2%
Países Afromestizos
69,131.000
2.4%
18.5%
46.9%
27.1%
3.6%
0.6%
0.9%
 Cuba
11,199.000
0.0%
37.0%
0.0%
51.0%
11.0%
0.0%
1.0%
 Puerto Rico
3,915.000
0.0%
74.8%
0.0%
10.0%
15.0%
0.0%
0.2%
 Brasil
170,406.000
0.4%
53.8%
0.0%
39.1%
6.2%
0.0%
0.5%
 República Dominicana
8,373.000
0.0%
17.0%
0.6%
75.0%
7.0%
0.0%
0.4%
Países Afrocriollos
193,893.000
0.4%
51.6%
0.0%
40.8%
6.7%
0.1%
0.4%
 El Salvador
6,278.000
8.0%
1.0%
91.0%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
 Honduras
6,417.000
7.7%
1.0%
85.6%
1.7%
0.0%
3.3%
0.7%
 México
98,872.000
14.0%
15.0%
70.0%
0.5%
0.0%
0.0%
0.5%
 Nicaragua
5,071.000
6.9%
14.0%
78.3%
0%
0 %
0.6%
0.2%
 Colombia
42,105.000
1.9%
23.5%
60.1%
11.0%
3.2%
0.1%
0.0%
 Paraguay
5,496.000
1.5%
20.0%
74.5%
3.5%
0.0%
0.0%
0.5%
Países Mestizos
122,134.000
12.5%
13.7%
72.4%
0.7%
0.0%
0.2%
0.5%
 Argentina
37,032.000
1.0%
85.0%
11.1%
0.0%
0.0%
0.0%
2.9%
 Chile
15,211.000
8.0%
52.7%
39.3%
0.0%
0.0%
0.0%
0.0%
 Costa Rica
4,024.000
0.8%
82.0%
15.0%
0.0%
0%
2.0%
0.2%
 Uruguay
3,337.000
0.0%
88.0%
8.0%
4.0%
0.0%
0.0%
0.0%
Países Criollos
59,604.000
2.7%
76.7%
18.4%
0.2%
0.0%
0.1%
1.8%
Totales
502,784.000
9.2%
36.1%
30.3%
20.3%
3.2%
0.2%
0.7%



REFERENCIAS



1-      Bejar, N.R. y Capello H.M. 1990, Bases teóricas y metodológicas en el estudio de la Identidad y el carácter nacional. Editorial, Universidad Nacional Autónoma de México.

2-      Juan Carlos Piñeyiro. «La leyenda rosa en el laberinto de Octavio Paz  pág. 8. Universidad de Uppsala. Consultado el 10 de enero de 2012.

3-       Nahuel Moreno (diciembre de 2001). «Cuatro Tesis sobre la colonización española y portuguesa en América. Secretariado Centroamericano. Consultado el 3 de enero de 2012.

4-      http://es.wikibooks.org/wiki/Historia_de_Am%C3%A9rica_Latina/Introducci%C3%B3n